Con magia se disfruta mas el desayuno[James+Jake+Faye]

Una vez más no podía dormir tranquilamente. Desde la noche anterior se había estado preguntando las razones por las cuales había dejado entrar en su casa a todo un circulo completo de brujo que desconocía por completo. Meditaba en la biblioteca de la mansión Cromwell aquella mañana, cuando los rayos del sol aún no habían invadido el lugar y por tanto tenía la luz encendida. Ese espacio también le servía a la perfección como despacho, y lo usaba para tales fines, como en ese caso, estudiar junto a un escritorio los múltiples libros de historia de generaciones de brujas y hechiceros, buscando al circulo de Chance Harbor, el que ahora se encontraba en las inmediaciones de su propia casa.

Encontró un libro en el que había una pequeña anotación acerca de círculos de brujos, y debía admitir que le sorprendía encontrar toda una lista de circulos de brujería, puesto que él solo conocía el de Castle Combe, el suyo, y a algunos hechiceros y brujas individuales cuya magia, estaba seguro, no procedía de magia negra como...como la suya. Hubiera continuado leyendo tan pronto como localizó el circulo de Chance Harbor, de no ser porque escuchó unos pasos en las escaleras, probablemente dirigiéndose a la cocina. Era probable que Cassie, Faye o Jake se hubieran despertado ya y se morían de hambre. A esas alturas del día, los rayos del sol ya se asomaban por la ventana y al joven Cromwell le apetecía desayunar, pero estuvo indeciso de arreglarse o no antes de bajar. Finalmente decidió que prefería arreglarse luego, y tan solo se acomodó su cabello un poco al tiempo que tomaba una elegante y cómoda bata y se la ponía.

Bajando las escaleras, pudo percibir que el hechicero y las dos brujas ya se encontraban allí disfrutando de la comida que probablemente alguno de los tres, o los tres en conjunto, habían preparado. Había suficiente comida para que se uniera uno más y había un plato vacío en un puesto cercano, junto a Faye y se apresuró a sentarse allí.

- Buenos días - Dijo, sentandose y saludando con la mano, mientras se servía en su plato y se preguntaba de nuevo como había aceptado que todos ellos se mudaran a la mansión Cromwell...o por lo menos Faye, que sabía como era pues ya se la había encontrado antes y sabía, en parte, como podía llegar a ser.