Tarde de Pool [Jake]

¿Que resultaba mejor que frecuentar un lugar que tantos encuentros había acogido en las circunstancias que ahora estaba viviendo? James Cromwell sin duda necesitaba un poco de descanso para librarse de tanta clase práctica que le estaba inculcando su madre y muy a pesar de que resultara beneficioso para sus poderes y sus capacidades, no era apropiado tener tanto tiempo de clases sin un buen descanso. Fue esa la razón por la cual el joven atravesó el umbral de la puerta del Mystic Grill con el deseo de tomar algo refrescante y jugar una buena partida de pool, si es que conseguía hallar un contrincante.

Caminó lentamente por entre las mesas hasta llegar a la barra, donde saludó al bartender que ya conocía desde le primer momento en que había pisado ese establecimiento y pidió lo de siempre. Se mantuvo esperando un buen rato mientras detallaba la gente que se encontraba en el lugar. Ni una sola persona conocida a la que retar para jugar, aunque en parte le alegró, pues no deseaba demasiado contacto con alguna criatura sobrenatural a no ser que se tratara de algún hechicero o bruja que no conociera. Tomó el vaso que le entregó el camarero y se dirigió a la zona de billar, que al parecer se encontraba vacía pues todos lo que se encontraban en el Grill tenían más deseos de charlar cómodamente sentados que de cualquier otra cosa.

Acomodó las bolas de modo que pudiera comenzar a jugar y tomó un taco para fingir que estaba jugando, puesto que en aquellos momentos, sin nadie contra quien enfrentarse, igual le valía mover las bolas con el taco que con la mente. Decidió finalmente moverlas con la mente, puesto que el taco no lo iba a mover hasta que no fuera estrictamente necesario y realizó figuras y piruetas con las bolas moviéndose por la mesa hasta que una presencia provocó que desviara su mirada. Un joven que nunca antes había visto en el pueblo cruzó el umbral con desconocidas intenciones y James se enfocó en dicho joven, pues emanaba una esencia claramente sobrenatural y eso llamaba su atención. Acomodó de nuevo las bolas de billar con magia como debía ser y tomó un sorbo de su bebida, mientras observaba con detenimiento los pasos del joven que, según presentía, tarde o temprano se fijaría en el joven Cromwell.

Estaba claro que el joven que se había se trataba de una criatura sobrenatural, posiblemente un hechicero que recién había llegado al pueblo, puesto que había detectado magia en proceso desde el primer momento en que había entrado en el establecimiento y había percibido el truco de las bolas desde mucho antes de llegar a la mesa de billar. James dio otro sorbo a su bebida, antes de observar al joven y detallarlo por un rato. Se veía fuerte y de una forma extraña un tanto agresivo, pero posiblemente solo se tratara de una apariencia y podría descubrir una personalidad diferente en aquella charla. Abrió la boca para contestarle, escogiendo bien sus palabras y sin hacer ninguna mención de que hubiera usado magia para acomodarlas.

- Si, es cierto...una muy curiosa forma de arreglarlas. - Dijo mientras se movía un poco de la mesa y tomaba otro taco colocado en la pared. - ¿Un juego? - Dijo James mientras le señalaba en taco y le hacía una seña con la otra mano al mesero para que se acercara.

Sabía bien que debía tratar bien a su acompañante, si es que quería ganarse un poco de su confianza, así que tan pronto como llegó el mesero, le pidió que tomara la orden del joven recién llegado, y que el se encargaba luego de pagarlo. tan pronto como el mesero se alejó, observó al joven, que hasta ese momento no había hablado ni pronuncia una sola palabra luego de su peculiar saludo.

- Me parece que no nos hemos cruzado antes. Mi nombre es James Cromwell. - Y con estas palabras extendió su mano derecha para estrecharla.