La hora bruja ( Monólogo II)

por **Bulleta** Sáb Nov 26, 2011 8:52 pm

" Es la hora donde nadie me puede interrumpir. En este momento, me dispuse a reunir un cesto con manzanas rojas, grandes y jugosas, de esas que son como de un cuento, incluso Dios pudo haberlas usado en su huerto en el arbol del bien y del mal. Se veían hermosas. ¿Pero cuáles eran los ingredientes para prepararlas? Eran muy simples. Sólo tomé mi caldero, e hice una fogata. Tambien tomé unas cuantas velas, e invoqué a la diosa oscura, en cuarto menguante, si no, la receta no funciona. Alrededor mío estaba un círculo de velas negras, encendidas, y este mismo dibujado con sal. Esa es buena para cualquier protección. Soy bastante precavida en ese aspecto, pues en la brujería no se permiten los errores. Puse en caldero agua, y despues tomé mi mortero y mi mazo para moler belladona, verbena y raiz de matalobos. Todas mezcladas hacían una buena fórmula para matar a cualquier criatura, incluso a los humanos. Introduje las hierbas en el agua, y deje que todo hirviera.

Después colé la mezcla y la deposité en un recipiente para dejarlo enfriar. Tomé despues una jeringa y les inyecté cuidadosamente una buena dosis de ese veneno en cada manzana, de la parte de abajo, para que cada aplicación fuera discreta. Estas manzanas serían útiles para cualquier asaltante, o cualquier idiota que tenga ganas de fastidiarme. Las puse en medio del círculo, y pronuncié el hechizo que estaba en alemán.

Äpfel, die das Leben geben
Äpfel gesundheitsfördernden
jetzt zu töten,
und der Entbindung in seinem Sarg

(Manzanas que dan vida
manzanas que dan salud
ahora darán muerte,
y encierro en su ataud.)

Las manzanas envenenadas estaban listas para realizar su cometido. ¿ Habra algún vagabundo hambriento por ahí? Con esto se quita cualquier sufrimiento"