Un poco de normalidad. [Elena]

Había pasado dos días pensando en algún plan "sólo chicas" para Bonnie, Elena y para mí. Las cosas últimamente iban realmente mal. Bonnie, de alguna manera, había encontrado a alguien muy especial en Jeremy, pero el hecho de que empezara a ver a sus exs muertas... no ayudaba demasiado a la relación. El gran problema de Elena desde hacía tiempo, llevaba el nombre de Stefan, desaparecido hacía un tiempo. Ella no se rendía en su búsqueda, ninguno lo hacía, aunque la duda de si realmente quería ser encontrado flotaba en el aire casi de forma inevitable. Por otro lado, mi situación era indefinida. La situación Tyler-Matt parecía mejor definida, a pesar de que el hecho de que la relación con Matt no llegara a aún a la altura de siquiera amistad, me preocupaba commo estaba... si realmente se sentía fuera de toda la locura que se había creado. Realmente, debía de sentirse afortunado, era el único de nosotros con la posibilidad de una vida normal, pero no sabía si eso lo hacía sentirse bien... Y mi padre... se había ido, convencido totalmente de que el nuevo monstruo de su hija, nunca podría volver a estar bien.

Y todo esto se había mezclado, como si fuera una bola de nieve en sentido descendente que va creciendo según avanza. No había manera de pararla, pero haría que dejara de existir al menos durante un fin de semana. Esta etapa de nuestra vida, la íbamos a recordar siempre y hacer cosas normales, como chicas normales... nos sentaría realmente bien. Esperaba que ni Elena, ni Bonnie me pusieran las cosas difíciles antes los planes que tenía pensados. No pensaba aceptar un "no" por respuesta.

- Ok mamá, te esperaré para la cena, chao, te quiero. - dije antes de colgar el teléfono, como casi siempre, tendría que esperar a la noche, igual bastante tarde para que llegara a casa. Me miré finalmente en el espejo de la entrada para ver el resultado final antes de salir, "lista" dije para mí misma. Tomé el bolso y el abrigo y me subí al coche. Viernes por la tarde... habría mucha gente en el Mytics Grill y con suerte encontraría a Elena y Bonnie para que me oyeran la gran idea. Aparqué en el estacionamiento y luego entré. Miré por encima, ni rastro de Matt... algo extraño, quizás ese día lo tenía libre... mi vista acabó en la barra. Elena. Perfecto. Me acerqué y me senté a su lado en el sitio libre. - ¿Estás dispuesta a oír una gran idea? - Elena me conocía, y después de esa pregunta podría suponer lo que estaba tratando. Como siempre, algo de normalidad, intentar apartarnos durante un tiemp de toda esa locura.

No entendía como estaba Elena ahí sola, lo cierto es que Damon se había convertido casi en su sombra, no la dejaba dar un paso que no estuviera supervisado con él. Y a pesar de que yo no compartiera demasiada simpatía con él, por razones obvias y mi creencia firme de que él nunca iba a cambiar, tenía que reconocer que al menos con Elena lo estaba haciendo bien. Esperaba que, como siempre, no acabara echándolo todo a perder.

Le devolví el abrazo, me gustó encontrarla de tan buen humor. Quizás, con el paso del tiempo dejaría ir definitivamente a Stefan... - Genial, me encanta que estés predispuesta a ello - dije con una sonrisa - qué te parece un fin de semana de los de antes, sólo chicas, Bonnie, tú y yo... tu guardaespaldas Damon queda fuera el juego, aquí tienes otra vampiresa - diciendo esta última frase más baja - capaz de cuidarte durante dos días - se me dibujó una gran sonrisa en la cara mientras esperaba la respuesta de Elena.

Sin duda, esperaba un sí por su parte. Tenía que reconocer que las tres nos merecíamos esos días de normalidad y tranquilidad, que esperaba quq no se empañaran con nada como solía pasar. Había que borrar todo pensamiento negativo, sería un fin de semana estupendo y punto.

Oí lo que dijo sobre la presencia obligatoria de Damon. Yo no estaba dispuesta a aceptar tan fácilmente que estuviera husmeando por los alrededor mientras nosotras teníamos nuestro fin de semana de "normalidad", algo que iba desapareciendo. Damon no debería de dudar de mis facultades para proteger a Elena en el caso de que pasara algo, y me encargaría de convencerle para que no apareciera por ahí.

- Intentaré ocuparme de Damon entonces, no es totalmente obligatorio que esté vigilando, estarás con una vampiresa y una bruja en el caso de que pasara algo - dije con una sonrisa - aunque estoy totalmente segura de que será un fin de semana perfecto y nada lo estropeará.

Cuando la camarera se acercó, le pedí un refresco. Una vez hecho el pedido me arrepentí de no haber pedido algo con alcohol, me hacía bien cuando tenía sed. Pero daba igual, con el paso del tiempo había aprendido a controlarme y eso había dejado de ser un problema. - Elena, no tengo nada en contra de Damon... - dije con una voz que dejaba entrever que no era cierto, además Elena sabía que no compartía demasiada simpatía con él después de lo que me había hecho en mi época de humana. - pero cuando éramos chicas normales no había nadie que nos vigilara fuera, y esta vez tampoco quiero que sea así... me entiendes? - dije con una media sonrisa. Sabía que ella quería a Damon, por eso no quería que sintiera que lo estaba atacando.

Sabía que a pesar de que Elena intentara aparentar normalidad, y que estaba feliz, algo iba mal desde que Stefan se fue, algo demasiado grande como para que se pudiera solucionar con el paso de unos pocos días. Necesitaría algo más que eso, para que el daño que le había causado la marcha de Stefan no doliera tanto como lo hacía actualmente. Pero Elena era fuerte, una de las chicas más fuertes que yo conocía, tenía esa voluntad y corage que todos a su alrededor envidiaban, pocos tenían el valor de hacer muchas de las cosas que ella había hecho desde que había caído en este mundo. - Te entiendo... sabes que algún día todo se solucionará, para bien o para mal, pero tú seguirás siendo la misma chica fuerte que puede contra todo - dije, a pesar de que ella en un primer momento había evitado el tema, yo quería que tuviera eso claro. Todo acabaría pasando al final, de una forma u otra.

- Con Tyler genial, a pesar de que hoy no he sabido nada de él - dije dirigiendo la mirada casi de forma inconciente a mi móbil que estaba sobre la barra - el problema está con Matt - mientras miraba a mi alrededor para comprobar que aún no estaba por los alrededores. - Es, o mejor dicho era, mi amigo... pero aún así me preocupa, le quiero... y sé que de alguna forma se ve fuera de todo esto en lo que todos sus amigos están, y en vez de sentirse afortunado porqe es el único con la posibilidad de una vida normal y feliz, creo que siente lo contrario - suspiré - de todas formas, no he podido comprobarlo, porque no me habla... - dirigí la mirada a la bebida que me había traido la camarera y tomé un sorbo. Realmente esa bebida, que nada tenía que ver con la sangre ni llevaba alcohol, era como si realmente no bebiera nada.

Escuchaba atentamente a Elena mientras mi vista alternaba entre ella, con la vista distraída en su bebida, y la mía propia. La mirada de ella lo decía todo, y las palabras y la manera de decirlo dejaban entrever que no era un tema para nada superado, y que no lo estuviera era lo más normal del mundo. Stefan y ella compartieron algo realmente fuerte, y de golpe todo había acabado.

- Elena, Stefan no se fue porque quisiera irse y probablemente no se esté quedando con Klaus porque sea lo que realmente quiera... - "a no ser que haya apagado, como muchos vampiros, esa parte de los sentimientos, quedando relegada su existencia a mero instinto e insensbilidad" pensé para mi misma, intentando que no saliera en voz alta y empeorara las cosas - debe estar con Klaus... Stefan sabe lo que conviene, fue muy valiente por tu parte irlo a buscar, demuestra mucho, pero a veces las cosas no se arreglan con tanta facilidad.

Ante su pregunta me quedé pensativa un momento, yo también me había hecho esa pregunta muchas veces. Stefan me había ayudado tanto cuando me convertí que probablemente no estaría aquí viva sino fuera por él, y me negaba a pensar que realmente ahora se había convertido en alguien tan desconsiderado e inhumano como Klaus. Me quería convencer de que realmente lo hacía por el bien de Elena y por "pagar" la cura de su hermano. De todas formas, había vuelto a las andadas, había matado gente, había dejado por el camino más cadáveres desangrados... y ese no era Stefan.

- Elena... no lo sé - intentando ser sincera - me niego a pensar que ha cambiado del todo, sin él seguramente yo ahora estaría muerta... pero no podemos negar el hecho de que se ha despertado esa parte de depredador en él... de todas formas, en el pasado ya salió de eso y puede volverlo a hacer - dando cierta esperanza a una situación que cada vez se veía más complicada y negra.

La abracé intentando consolarla. Ella había estado siempre conmigo cuando yo había tenido un mal momento, yo era más débil y pasaba por ellos más a menudo, sin embargo, ahora era ella quien lo necesitaba e iba a estar a su lado para todo lo que necesitara. Decir las palabras correctas en el tema de Stefan era realmente complicado, no quería ni debía decir nada que empeorara la situación, ni tampoco que creara esperanzas falsas.

- Todo se acabará solucionando, de eso estoy segura - dije mientras la abrazaba - no nos vamos a rendir tan fácilmente, Klaus no va a hacer siempre todo a su antojo... - dije en un tono más bajo. Realmente odiaba a Klaus.

Cuando ella se giró a mirar al resto, yo hice lo mismo. Todos parecían tan absortos en su propio mundo, disfrutando sin saber de todo lo que estaban rodeados y del peligro constante que estaban pasando. Se vivía realmente bien así, todos deberían de sentirse afortunados... al igual que si todos tuvieran algo sexto sentido sobre el peligro, ya se habrían mudado y habrían dejado Mystic Falls.

- Es el único de nosotros que tiene esa suerte, puede tener una vida normal, como todos ellos - dije mientras miraba al resto de personas - pero estos días lo he visto apartado, creo que se siente solo o... no sé - volví a mirar a la barra.

Que Elena hablara con Matt sería una buena idea. Sabía que él prestaría atención a lo que ella le dijera, además de ser "exs", eran amigos. Que fuera yo... sería complicado, no estaba convencida de que él fuera a oirme, había estado ignorándome durante mucho tiempo y a pesar de que las cosas habían mejorado algo, no sabía si lo suficiente... - Tienes razón, Matt es afortunado... puede tener una vida normal, aunque yo me he acostumbrado a lo que soy ahora, y encontrar la parte positiva - dije con una media sonrisa, me había costado, sobre todo por mi familia, pero las cosas habían empezado a mejorar. - Sería genial que hablaras con él.

Oí como bajaba el tono de la voz para que nadie la oyera, pero yo sin duda lo hacía claramente. Ella y yo ya habíammos hablado de Damon, yo había insistido en que sabía que tenía algo por ahí con ese chico... en el que yo había perdido dela confianza de que algún cambiara y fuera "bueno". De todas formas, sabía que para Elena si habían esperanzas para Damon. - Elena... no existe el mejor consejo del mundo para esta situación, porque además no es una situación común, pero al final de todo, te acabarás dando cuenta con quien debes y quieres estar... que pasará con Stefan, que pasará con Damon, sólo tienes que darle tiempo a todo y no sentirte mal - le aconsejé como mejor sabía.

- Tú sabes que yo sigo pensando lo mismo sobre Damon... no es un secreto para nadie, pero si es eso lo que tiene que pasar entre ustedes, lo aceptaré - dije sincera, a pesar de que siguiera pensando que Damon no cambiaría nunca. Incluso llegaba a confiar más en la recuperación de Stefan, que en que Damon realmente se comportara como una buena persona durante un tiempo.

Oí lo que decía sobre mí y sonreí. Nunca lo había pensado así, sólo me había limitado a vivir lo que era realmente, intento no dejar gran parte de mi normalidad atrás. A pesar de ser vampira, no había renunciado a mi humidad, sino que incluso me aferraba a ella todo lo que podía, por mí, por mis amigos, por mi madre... - Elena, puede que no te des cuenta, pero tú eres la persona más fuerte que hay entre nosotros, lo has pasado mal y sin embargo hoy, ayer y mañana, te levantas y sigues el día como si realmente todo fuera normal y nada pasara, eso lleva muchísimo más valor - sabía que ni ella misma se daba cuenta de todo el valor que invertía en la situación.

La abracé también fuertemente. Sabía que Elena estaba llegando al límite, tenía demasiadas cosas encima, y cualquier persona que no fuera ella estaría ya loca o huyendo. Sin embargo, ella seguía ahí, y a pesar de parecer fuerte, y no sólo parecerlo, sino serlo, la conocía era mi amiga, y necesitaba el apoyo de la gente que estaba a su alrededor. Yo iba a ser uno de esos apoyos y no me iría nunca, pero sabía que Damon era también mucha parte de esas personas que ella necesitaba.

- Yo también te quiero mucho amiga, y ninguna de las dos cambiará nunca, pase lo que pase.... - dije yo también emocionada. En esos momentos, sentía mi humanidad más que nunca.

Oí lo que me decía Elena, a pesar de todo, ella en lo más profundo estaba esperando que Stefan volviera... en el fondo, era lo que todos esperábamos, había estado con nosotros y de nuestro lado demasiado tiempo, no era fácil dejarle ir. Para ella, seguramente, imposible. Aunque yo estaba segura de que Damon sería un gran reemplazo para él, se le llegaba a ver algo de bueno cuando estaba junto a ella. Lo dudaba, pero igual para él si había alguna salvación.

- Klaus... es demasiado complicado, nunca se mueve sin pensar bien cual será su movimiento ni que vendrá después, y si se fue dejándolos aquí es por algo, y no sé si estaremos preparados para cuando se aproxime eso que tiene planeado... Yo también he oído hablar de ellos, pero la verdad es que no los conozco ni nada parecido, ¿son humanos? - pregunté. Lo que había oído era de gente del instituto, que ignoraban que podrían llegar a ser cualquier otra cosa que no fuese humanos.

Dejé mi bebida a la mitad, sino era sangre o algo de alcohol no hacía nada en mí y la seguí.

Oí que ella tampoco los conocía del todo, lo que aún me hacía desconfiar más de ellos. En realidad, después de todo lo que había pasado, no me podía fiar de nadie que llegara nuevo al pueblo, por muy inofensivo y buena persona que pareciera. Si algo deberíamos de haber aprendido ya, es que en Mytics Falls nada pasa por casualidad.

- Yo estoy como tú... lo cierto es que no sé lo que pensar, no me puedo fiar de nadie que llegue nuevo al pueblo, ya ves todo lo que ha pasado, no nos podemos descuidar... será mejor que nos acerquemos para saber si son buenas o malas intenciones las que traen - dije mientras cogía el palo de billar y se lo pasaba. - ¿Empiezas tú? - dije sonriendo. No vendría mal un momento de diversión, a pesar de que la conversación fuera algo preocupante.