Intentando desconectar(DAMON)

Necesitaba desconectar un momento con el mundo. En casa estaban Alaric y Jeremy, allí me era imposible pues recordaba la pérdida de Jenna.
Salí a la calle con paso inseguro y fui hasta la parada más cercana de autobús, hoy quería dejar de pensar, incluso dejar de existir por un momento, pero ambas cosas eran imposibles.
Mi mano se deslizó de manera imperceptible hacia el colgante que Stefan me había regalado, sabía que no debería llevarlo, pero sin él, me sentía sola...
En el autobús reinaba el silencio y estaba casi todo vacío, solo había un chico con cascos delante y yo en la última fila mientras el conductor conducía con parsimonia exagerada. No hacía buen día para ir a la playa, pero tal vez allí mis pensamientos dejasen de gritar en mi mente por unos instantes. Mi parada llegó y bajé del bus. En cinco minutos ya estaba en la playa y me descalcé, me gustaba sentir la arena fresca bajo mis pies y la brisa algo fuerte me despeinaba, pero aquello no me molestaba, me acerqué hasta la orilla para poder divisar el mar y me senté allí en la arena, intentando no pensar en nada, en escuchar solo el viento y el mar.

Qué difícil era mantener a Elena a salvo. No ponía mucho de su parte y eso a Damon le fastidiaba bastante. Le había dicho tantas veces que tuviese cuidado con las cosas que podían suceder y ahí estaba ella, esperando al autobús rumbo a sabe Dios que parte.
Se encontraba escondido en unos matorrales de uno de los vecinos de Elena mientras la veía como estaba ausente esperando para hacer de las suyas. Tenía ganas de irse para ella y agarrarla por la fuerza para llevarla a casa de nuevo, pero pensaba que un poco de libertad vigilada no le vendría mal. Conociéndola iría a cualquier lugar donde tuviese sospechas de que estaba Stefan pero debía darle un poco de confianza y simplemente seguirla por si luego le ocurría algo peor para poder rescatarla y ¿por qué no? ganarse un agradecimiento que él tanto ansiaba.
La relación entre ambos era ahora mas extraña que nunca. Aquel beso cuando estaba a punto de morir no se lo podía quitar de la cabeza y desde ahí todo cambió. Estaban juntos en esto y el pasar tanto tiempo juntos creó una tensión sexual entre ambos que ninguno era tan valiente como para dar el paso. Damon si que no lo daría porque muchas veces estuvo a punto de hacerlo y solo recibió una negación por parte de Elena o una cachetada, aunque claro, en ese tiempo eran cuñados y ahora estaban solos y solteros. De todas formas era muy arriesgado pues ella seguía intentando convencerse de que amaba a Stefan y aún mantenía ese molesto colgante que él le regaló.-Nunca entenderá que su amado Stefan pasa de ella por lo que veo.-dijo con sarcasmo en su escondite no tan escondido porque a su lado se hallaba una de las vecinas de Elena paseando a un sucio chucho. La conocía de vista pero no sabía ni su nombre ni nada. La anciana dio los buenos días al apuesto chico que le parecía atractivo al juzgar por su mirada, era normal, ¿para quién no era Damon atractivo? Hombres y mujeres se giraban siempre para mirarlo con sus aires cargados de chulería y masculinidad. Él sonrió y justo cuando miró de nuevo a su objetivo, ésta se había montado ya en el bus que cerraba sus puertas.-Mierda, me debo ir señorita.-dijo mientras se giraba y se perdía entre las casas y jardines del vecindario para comenzar a correr a toda velocidad. El bus iba por la carretera que llevaba a las afueras de la ciudad y por ambos lados estaba rodeada de árboles, por lo que se le hizo mas fácil seguir al vehículo sin ser visto. Le encantaba correr notando la brisa del viento golpear su cara.
Por fin paró y la chica se bajó. Siguió escondido como pudo y se fijó en que se encontraba en la playa donde Elena se sentó en la arena a pensar o cualquier cosa. Con un sigiloso movimiento se acercó a ella y se quedó de pie a sus espaldas.-Pensé que te meterías en líos. Me has sorprendido.

Mis pensamientos seguían ahí, navegando sin rumbo fijo, cuando de repente, una voz demasiado conocida hizo que me sobresaltara.
-De verdad Damon... ¿no puedo pasar ni media hora sin que tú o Alaric hagais de niñera?-dije levantándome de la arena enfadada.
Intentar desconectar implicaba mantener a Damon lejos sin saber nada de mí durante un rato, no pisándome los talones.
-¿No tienes nada mejor qué hacer? solo seguirme... ¿no te es ya monótono?-tal vez sonase algo bruta, pero no me importaba necesitaba soltar todo lo que tenía dentro y Damon al haberme seguido, había cometido la mayor imprudencia posible, ser el blanco de mis emociones.
Mientras mi mano seguía sujetando el colgante, unas lágrimas empezaron a caer por mi rostro, no me importaba ya nada... Stefan me había dejado claro lo que le importaba, pero yo, a pesar de todo no me daba por vencida, y mis sentimientos hacia Damon como me hacía notar Caroline, eran bastante confusos, por lo que me dejé caer al suelo y me abracé a las rodillas para que no me viera llorar, no me gustaba ser débil, todo lo que me pasaba...
¿Por qué a mí?
Me quedé así notando como Damon se sentaba a mi lado. Me esperaba una bronca seguro por salir sin avisar.

-No Elena, no vamos a dejarte sola ni un segundo, nunca se sabe lo que puede pasar...
El tono de Damon sonó borde al igual que el de Elena pero es que él no quería que le pasase nada y dejarla sola era lo peor que podía hacer porque no estaba segura. Las cosas habían cambiado mucho. Klaus y Stefan se marcharon pero aún así no sabían si volverían y después de haber visto todo lo que su hermano hizo, mucho menos iba a dejar sola a Elena. No se sentía bien siguiéndola pero mientras que fuese un objetivo fácil iba a hacerlo.
-Elena, creo que estás siendo injusta conmigo. ¿No crees que simplemente me preocupo por ti? Hace unos meses te perseguía el vampiro mas fuerte y antiguo con sus ayudantes para matarte. Yo solo intento protegerte. ¿Estando sola aquí estás a salvo? Por dios Elena, si hubiese gente pues mira, pero estás completamente sola y cualquier vampiro podría matarte y eso si que no me lo perdonaría.-la voz de Damon sonaba dura como siempre y no parecía que se arrepintiese de nada. Dejarla sola era un lujo que no podía permitirse y ya se había escapado de Rick pero de Damon no, él era cien veces más dificil de engañar que cualquier humano.
Observó como se sentó en el suello a llorar y el Salvatore copió su movimiento.-Lo siento Elena, de verdad. Ya he perdido a mi hermano y tú eres lo que más me importas después de él.-su voz seguía con esa dureza pero esta vez se podía notar como se resquebrajaba.-No llores, entiendeme. ¿Tú me dejarías en peligro sabiendo que podrías protegerme? Cambiemos de ejemplo antes de que respondas. ¿Dejarías en peligro a Jeremy, Caroline o Bonnie? Has demostrado que harías todo lo que pudieras.

Intenté dejar de llorar y centrarme en lo que Damon me decía. Realmente se preocupaba por mí, pero no veía justo que así lo hiciera, yo me sentía perdida en un abismo del que no sabía salir.
Cuando Damon dijo que yo era lo que más le importaba tras su hermano, mi corazón dio un vuelco...
¿Por qué me sentía mal?
Yo solo les daba sufrimientos y ellos ha cambio me ayudaban.
-Les ayudaría Damon incluso a ti lo sabes, pero yo... es diferente, os doy siempre problemas, cuando no es con Katerina, es con Klaus ¿qué será lo próximo? yo no os hago más que sufrir... por mi culpa murió Jenna, y ya dejé sin familia a Jeremy de no ser por Alaric, y Stefan se ha vuelto el Jack el destripador del siglo XXI no sé como sentirme después de que fuesemos a rescatarle y nos diera tal negativa Damon. No sé que pensar, no sé que paso siguiente dar.-dije mientras le miraba a sus ojos azules y le explicaba todo lo que sentía dentro de mí, tal vez lo comprendiera y no se lo tomara a burla,últimamente parecía algo cambiado, tal vez fuera por todo lo que nos pasaba o por hacerse cargo de mí...
Ni idea.
-A veces pienso que esto es como un castigo, que he debido hacer algo mal, y ahora lo pago con creces, pero quiero ser castigada yo, no mi familia o amigos...-dije acariciando su mano.

-Elena, no nos das problemas. A mí no me cuesta nada venir detrás de ti, es más, así le doy un poco mas de emoción a mi vida.-dijo intentando gastarle una broma para sacarle una sonrisa pero enseguida comprendió que ella no estaba con ánimos y su sonrisa desapareció para morderse el labio inferior mientras veía a Elena llorar. Le costaba tanto verla así y más cuando él no podía hacer nada. Los recuerdos de esas últimas veces que vio a su hermano se le vinieron de nuevo a la cabeza. ¿cómo pudo haberle dicho que se olvidaran de él? ¿Acaso había cambiado tanto? Haberse encontrado de nuevo con aquella pared llena de nombres de victimas solo le apoyó su teoría de que ese no era Stefan, si no una marioneta de Klaus.-Jenna no murió por tu culpa. Yo salvé a Caroline y por eso me mordió Tyler. Si él no me hubiera mordido yo podría haber sido parte del sacrificio...Es mas culpa mía que tuya.-agachó un poco su cabeza hasta que notó como acariciaban su mano. Aquella persona era Elena, quién si no, y eso causó un pequeño sobresalto en Damon que simplemente sonrió mostrando un poco su hilera perfecta de dientes.
-Nadie será castigado. Dijiste que no sabías que paso dar ¿No? Empieza por levantarte y reirte conmigo de esta vida que a pesar de todo nos mantiene aún vivos.-dijo el mayor de los Salvatore mientras se levantaba y jalaba de su acompañante para levantarla.

Al escuchar las últimas palabras que dijo Damon, no pude evitar que una sonrisa escondida, saliera de mis labios, el estar con Damon me animaba. Me sequé las lágrimas y noté como Damon me cogía de la mano con la cual le había acariciado y me levantaba, pero me tropecé con la arena y caí en sus brazos, que parecían esperarme siempre, seguros, si me caía o desfallecía en algún momento.
Le miré a los ojos mientras me recogía un mechón de pelo tras la oreja. Suspiré y sonreí de nuevo.
-Gracias Damon, por estar siempre conmigo a pesar de todo lo que te digo, no entiendo como me aguantas a veces.-dije y le abracé fuerte. Creí que ambos lo necesitábamos.
Esa brisa... el paisaje y ese encuentro, sería otro bonito recuerdo que guardaría en mi mente para sacarlo en los peores momentos para recordarme que siempre se puede continuar y que no estoy sola.
-Damon cuando quieres sabes comportarte.-dije riendo.
Me apetecía pasar un buen momento con Damon, era mejor que estar sola.

Damon consiguió que Elena se levantara del suelo pero ella tropezó y en un rápido movimiento se encontraba ya sobre los brazos del vampiro. Él siempre estaría ahí para agarrarla cada vez que tuviese una caída, no podía permitirse perderla. Si bien, se había portado muy mal en el pasado, ahora había cambiado. Recordaba aquellos días en los que le hacía la vida imposible a Elena y a todos los suyos sin ningún motivo, solo parecerse a Katherine. Aún no podía creer que había estado décadas detrás de Katherine Pierce y ahora simplemente daría su vida por su doble. Fisicamente eran idénticas pero por dentro eran super diferentes y por eso no se explicaba como le gustó la chica mala y luego la buena.-De nada...-fue lo único que pudo decir cuando ya tenía a Elena agarrada a él quien la rodeó con sus fuertes brazos para apretarla contra su cuerpo. Notar el latido de su corazón tan cerca le hacía sacar sus instintos de asesino, pero con ella no llegaban a salir del todo y aparte, podía controlarlos un poco.-Aguantarte me encanta, ahora en mi vida hay poca emoción para divertirme y contigo la verdad es que de tanto seguirte se me pasan los días corriendo.-dejó escapar una risita de su boca. Él nunca iba a reconocer que la necesitaba más de lo que pensaba porque eso sería mostrar debilidad y Damon Salvatore nunca mostraba debilidad, así que mejor aparentar ser fuerte que débil.
-Ya sabes, en mi época nos educaban muy bien.-dijo con otra risa que quedaba perfecta con la de Elena. Ambos estaban hechos el uno para el otro y ojalá se diesen cuentra pronto.

OFF: Siento la brevedad..tenía que irme :S

Off no importa


Le escuché y vi aquella sonrisa que casi hizo que me derritiera... ¿tendría razón Caroline? no, no lo creo.
Me separé de él poco a poco y lo miré a la cara.
-¿De verdad? yo creo que eres un aprovechado-dije de broma.
-Además eso fue hace unos cien años y unos más? Damon tú no sabes como ser con una chica, a veces me pregunto si sabes amar después de todo, ahora...-dije con una sonrisa mientras abría los brazos para notar el viento proviniente del mar y dejar que me abrazase.
-Damon, ¿Cómo es que has cambiado tanto y por qué? Estás enamorado quizás...-tenía que saberlo si no me moriría de la incertidumbre no podía ser por eso quería escuchar su no y ya seguro que sería todo normal nuevamente.
Estaba algo sonrojada por la pregunta por lo que deslicé mi pelo para que no se me viera y miré a Damon.
¿Y si su respuesta era sí?
Mi reaciión... ¿Cuál sería? Por qué tanta preocupación por mi parte.

-¿Aprovecharme yo?-dijo aparentemente sorprendido pero dentro de la broma.-Si quisiese aprovecharme ya lo habría hecho algunas de las veces que he estado a tu lado mientras dormías sin darte cuenta ¿No crees? Y no te hice nada así que no sé porqué dices eso.-se encogió de hombros.
Ella lo había visto alguna vez en su cama a su lado por lo que no era ningún secreto pero tampoco quería que ella creyera que estaba obsesionado y se pasaba todas las noches a su lado aunque la mayoría de los días lo hacía y le daba igual no dormir porque solo con tenerla al lado descansaba.
Aquella pregunta si que le sorprendió y de verdad. ¿Enamorado? Hacía tanto que él no sabía el verdadero significado de aquel sentimiento que ya ni sabía si lo que ahora era eso o no. Años atrás estuvo ciego por Katherine y se pasó muchísimo tiempo buscando la forma de salvarla pero comprobó que todo fue una mentira de ella porque siempre estuvo fuera de la tumba pero simplemente huyó sin decirle a él ni a su hermano que estaba viva. A partir de eso supo que jamás volvería a sentir aquello, bueno solo creyó, porque al cabo de los meses comenzó a ver a Elena de otra forma que una humana con una sangre muy apetecible y novia de su hermano, la veía como algo más. Se imaginaba con ella por la calle paseando como cualquier pareja del instituto que se querían pero ella solamente veía en el un destripador que poco a poco estaba consiguiendo volverlo dócil para que no matara a nadie, como una mascota.
Se quedó mirando a la nada hasta que decidió separarse de ella y colocarle las manos en sus hombros, se moría de ganas por besarla.-Nadie conseguirá enamorar a Damon Salvatore. Ya sabes que prefiero otro tipo de relaciones más "normales".-puso especial énfasis en normales porque una pareja en la que uno de ellos fuera vampiro no era muy normal.

Suspiré riendo ante sus comentarios, de veras que en aquellas ocasiones el único que conseguía sonsacarme una sonrisa hasta en los peores momentos, ese era Damon.
De verdad que si no fuera porque él permanece a mi lado, no creo que pudiera aguantar todo lo que se me había venido encima tan de repente, todos los cambios con Stefan, como Klaus se aprovechaba de él, y Damon siempre estaba aquí para sostenerme.

Era cierto que se pasaba de protector, un par de días antes lo había tenido que sacar de mi cama a patadas.
En cuanto lo que había dicho del amor, no me parecía justo, él como cualquier otro tenía derecho a enamorarse,dios con todo lo que tenía yo en mente, me contradecía una y otra vez con mis sentimientos, estaba tan confusa ahora mismo.

-Damon no seas así. yo no soy normal y mira, Boonie no es normal y mira sale con mi hermano, Caroline también, así que cuando sientas que amas a alguien, no te lo guardes pues eso puede dañarte mucho y volverte loco debes decirlo.-dije yo mientras le cogía de la mano con las mías.

Aquel suspiro no le gustó nada la verdad. No sabía que pasaba por su cabeza y eso solo le atormentaba cada vez más y más como si tuviera un martillo golpeándole la cabeza, o peor aún, una estaca entrando y saliendo cerca de su corazón.
Ultimamente habían tenido que pasar tantas cosas que se habían unido mucho. Estuvo a punto de morir y Elena estuvo ahí consolándole como si fuera a despedirlo, Stefan se había marchado para convertirse en un asesino en serie que mataba por matar y luego apuntaba su nombre en una pared de su antigua casa, Klaus seguía por aquí dando caña, Katherine igual, Elena se tenía que hacer cargo de su hermano y su casa y para colmo tenían que lidiar con sus sentimientos ocultos.
Todos lo veían y lo comentaban pero ellos simplemente lo negaban todo, cosa imposible.
-Eso es distinto. Bonnie es humana, tú y Jeremy igual. Caroline es un vampiro reciente y entonces aún sigue siendo casi humana.-comenzó.- En cambio yo, cariño, soy un vampiro que apagó su parte humana hace muchísimos años. Soy un chupasangre que disfruta matando a personas inocentes. ¿Crees que tengo corazón para enamorarme?-aquellas palabran salían con toda la naturalidad del mundo pero a la vez con dureza, mucha dureza. No mentía al 100% pues él dejó de lado sus sentimientos hace mucho tiempo y aunque poco a poco demostrase que era como Elena, tenía que negarlo. ¿Qué clase de vampiro sería?

Esas palabras, de una manera u otra me hicieron daño pues no creía que de verdad Damon no tuviera esa parte humana, de no tenerla no estaría aquí ayudando.
Le miré seria y avancé un paso hacia él.

-Si de verdad no conservaras nada de humano, ahora no estarías aquí, no habrías ayudado ni a Caroline ni a Bonnie, ni ha nadie de los tantos que has ayudado ya Damon, y denominarte a tí mismo monstruo es lo peor que podrías hacer pues yo no lo veo así, puede que en un principio lo fueses al llegar aquí, por confusión o por no lo sé, pero ahora no eres así, algo en tu interior ha cambiado y está bien.-dije mientras le miraba pero ya no de forma dura si no comprensiva.

Damon había cambiado mucho y todo por ayudar, era una buena persona. No me gustaba que él no lo apreciase de ese modo pues no lo veía tal como para que se menospreciase.

Parecía que Elena solo quería que Damon se volviera loco con tantas ilusiones. Él intentaba no acercarse mucho a ella porque sabía que cuando Stefan estuviese de vuelta ella correría a por él, dejandolo solo.
-Elena, si los ayudo es por ti. ¿No lo entiendes? A mí no me importa nada Caroline, Bonnie...ni siquiera Rick. Soy un asesino y si por mí fuera me los cenaría a todos. Ya viste como usé a Caroline durante mucho tiempo,maté a tu hermano y a Alaric muchas veces, eso no es de importarme mucho. Estoy hecho para estar solo y si aún no me he ido es por ti, porque te quiero.-se quedó callado durante un segundo para hablar de nuevo.-Porque te quiero proteger, se lo prometí a Stefan muchas veces y no voy a romper la promesa.-mintió finalmente.
Se acababa de delatar él solo con sus palabras sin pensar. Estaba claro que sentía aprecio por todos, Alaric era su mejor amigo aquí, uno de verdad, Bonnie y Caroline grandes aliadas y hasta a Tyler podía considerarlo alguien al que proteger, pero le resultaba patético ser un vampiro y decir que le importaba alguien y mucho más patético era confesar que quería a una persona. Nunca lo diría.

Ahora sí que me separé algo brusca de Damon. Si no había escuchado mal, que no lo había hecho, Damon había dicho que me quería... y luego había tratado de ocultarlo con proteger, pero había visto su mirada y entonación de como lo había dicho.

Mi corazón latía tan fuerte que parecía que iba a salir desbocado de mi pecho, ¿qué me pasaba?
No quería que latiese así, sino seguro que Damon lo oiría y ahora estaba más confusa, no podía amar a los dos como Katherine había hecho.

Pero mi amor por Stefan ya no era el mismo, pues había visto que había cambiado pero aún así... no sabía que hacer mi cabeza iba a estallar... sería mejor que lo olvidara.

-Claro se lo prometiste a tu hermano estaría mal no cumplirlo...-dije con voz pausada tratando de no dejar salir las lágrimas que en mis ojos se agolpaban.

El sol ya empezaba a caer y era una puesta de sol bellísima. Miré de nuevo a Damon, pues un incómodo silencio se había instaurado acompañado de una tensión agonizante.
No sabía ya qué decir, así que callé esperando a que fuera Damon el que dijese algo.

Elena se separó brusca de Damon y eso él no supo como encajarlo, por lo que se quedó petrificado mirándola con los brazos aún formando la espalda de la chica. ¿Se habría enterado de que la quería? De eso estaba claro que se había enterado pero posiblemente no lo habría interpretado como tal, aunque con su acto no apoyaba esa teoría. Damon, la has cagado.
Damon se pudo dar cuenta de como latía el corazón de Elena. ¿Qué estaba pasando? La tensión estaba mas que nunca presente y ambos se daban cuenta. Un gran silencio se produjo en la hermosa playa hasta que Elena habló. Intentaba aparentar normalidad pero se podía notar que para nada lo conseguía, eso hizo que se viese aún más su nerviosismo.
El chico asintió y esperó mientras miraba los ojos de su compañera, quien estaba a punto de echar a llorar. El sol estaba a punto de esconderse y el silencio era cada vez mas largo, al igual que la distancia mental que los separaba. Elena pensaba en sabe dios que cosas y Damon solo se imaginaba el rostro de su hermano y todas la veces que éste le había hecho jurar que la protegería. Pero ya no la protegía por la promesa, si no porque la quería como solo quiso a Katherine.
Al fin Damon habló.-Bonita puesta de sol.-dijo tranquilamente con ese tono frío que lo caracterizaba y se sentó en la arena.

Vale, pareció que la cosa ya se calmaba y tomaba otro rumbo el tema, eso era mejor, ya respiraba con calma y mi corazón latía con normalidad.

Me acerqué a él y me senté a su lado a observar aquella maravilla natural y completamente normal que era una puesta de sol, con su luz tan cálida y que ofrecía aquel espectáculo tan hermoso.

-Damon que razón tienes sí que es bonita.-dije con una gran sonrisa mientras apoyaba mi cabeza en su hombro.
-Gracias por venir a buscarme y no dejarme sola, no sé lo que haría yo sola la verdad, creo que ya no estaría aquí observando esta hermosura, ¿sabes? aunque hayamos tenido nuestras numerosas diferencias me alegro de tenerte aquí y así no estar volviéndome como una cabra jeje.-dije dandole un puñetazo suave en el brazo.

Todo se calmó un poco y Damon cambió de tema, a lo que Elena no opuso mucha resistencia y se sentó a su lado tranquila. La tensión se había disipado y ahora eran de nuevo los mismos chicos de siempre que hablaban tranquilos ocultando su extraña relación y sentimientos.Damon sonrió cuando notó la cabeza de la chica en su hombro. Le gustaba tenerla cerca en contacto porque aunque hace unos minutos solo quería olvidar esos sentimientos, no negaría que estaban ahí y se sentía bien.-Preciosa diría yo...-susurró para luego carraspear.-No debes darme las gracias, simplemente no cometer ninguna locura y permanecer conmigo siempre para que pueda protegerte, siempre o hasta que Dios quiera claro...-por un momento se le había olvidado que ella era humana y moriría dentro de unas décadas.-¿Volverte como una cabra? Las mejores personas lo están, o eso dicen. Yo lo estoy y creo que soy bueno ¿No?-comentó riendo.
La situación se había tranquilizado y ahora estaban bastante bien.

Reí cuando dijo que las mejores personas estaban locas, eso era gracioso.
Realmente tenía unas salidas este chico... je je je.
Le miré a los ojos.

-Oye ahora pareces ser bueno pero no sé si fiarme así que también seré tu sombra, para que sepas qué es ser pesado ¿entiendes?-dije levantándome rápida y entrando en el agua en la orilla y lanzando
agua a Damon.

Me apetecía divertirme un rato y olvidarme de todo.
-Vamos atrévete valiente.-dije haciendo burla. Reí al ver que se levantaba y eché a correr por el agua, notaba la fría agua y me gustaba.

Damon soltó una pequeña carcajada ante el comentario de Elena.-Para ser mi sombra debes poder correr como yo y no es por tratarte inferior pero creo que no puedes alcanzar mi velocidad. Podrías intentarlo pero está difícil eh.-dijo mantiendo un poco la seriedad como parte de la broma y observando como Elena corría hacia el agua. El tiempo había pasado rápido y ni se habían dado cuenta de que la orilla había subido hasta colocarse a pocos metros de ellos. Elena tiró agua a Damon que impactó de lleno con él y solo pudo abrir la boca y alzar las cejas como sorpresa.
Su provocación lo incitaba a jugar con ella un rato. Tal vez sería buena idea para calmar un poco la tensión existente entre ambos y él también creía eso. Además, ¿que tenía de malo mojarse un rato para refrescarse?

Damon se levantó y comenzó a desabrocharse la camisa, era bastante cara y mojarla de agua salada podría suponer estropearla. Al quitársela se quedó con su torso desnudo mostrando todos sus abdominales y pectorales bien trabajados que a más de una volvieron locas. Al soltarla en el suelo se quitó los zapatos y luego el pantalón para quedarse en boxers. Cualquier chica que lo viera ahora se quedaría embobada con su cuerpo. Torció la sonrisa y en una milésima de segundo se encontraba al lado de Elena. -Hola querida.-y colocó sus manos en sus hombros para empujarla.

Le miré con una ceja alzada.

-Menuda manera de infravalorarme tienes Damon ¿no?-dije con una gran sonrisa.
La luna ya brillaba en el cielo era una bonita noche y las estrellas iluminaban todo y el oleaje era maravilloso.
Damon empezó a quitarse la camisa y luego los pantalones, eso segundo me sorprendió, no es que no lo hubiera visto así antes ya que en su casa alguna vez le había pillado in fraganti.

Desapareció. Lo siguiente que noté fue un suave empujón que me hizo perder el equilibrio y caer al agua y mojarme enterita. Salí del agua y abrí los ojos.
-¡Oh! Damon eres un tramposo.-salté encima de él pues estaba desprevenido y caímos al agua.
Me estaba divirtiendo por primera vez en mucho tiempo.

-No me alces la ceja anda, que no te queda tan bien como a mí.-dijo burlándose de ella aunque no podía negar que verla con aquella ceja levantada le gustaba más de lo que admitía. -No te infravaloro, simplemente soy realista. Además, ¿crees que si estuvieras infravalorada tendrías a unos vampiros locos por ti? Locos deseosos de coger tu sangre.-dijo sin quitar la sonrisa de su boca. Era un tema serio pero ya conocíamos el sarcasmo de nuestro Damon Salvatore y como se las gastaba, y si algo le importaba mucho siempre hablaría de ello en broma para no mostrar su preocupación o sentimientos.

Aquel empujón le hizo perder el equilibrio a Elena y cayó al agua para luego salir totalmente empapada. Damon como respuesta se limitó a reirse a carcajadas como hacía tiempo ya.-¿Tramposo yo?-dijo aún riéndose pero sin darle tiempo de decir nada más cuando ya se encontraba en el agua con ella encima. Estaban a poca profundidad y estando sentado le llegaba por el pecho, pero aún así no se había esperado aquel salto del tigre, como lo llamaría él, que ella había realizado para devolverle la jugada. -Está helada.-dijo con ella echada sobre su pecho. Notaba sus manos en su zona abdominal y se quedó callado para acercar un poco su boca a la de la chica con la intención de besarla pero sin llegar a eso aún.

Ambos nos metimos de lleno en el agua aunque no cubría demasiado. Me apoyé en su zona abdominal, y al mirarle de nuevo al rostro, mi corazón empezó a latir desbocadamente y mis mejillas se sonrojaron.

-Sí, el agua está helada...-dije sin pensar demasiado en ello realmente pues en lo que pensaba era en los sentimientos que en mí bullían y giraban como las olas y golpeaban en mi corazón con tal fuerza, estaba muy confusa.

Si eso fuese poco Damon acercó sus labios a los míos pero sin llegar a tocarlos, ¿qué diablos hacía? eso no es lo que Stefan le pidió, pero sin embargo quería besarlo, y eso hacía que me sintiera mal porque no me había rendido respecto a Stefan por mucho que me hubiera rechazado.

Me quedé ahí sin avanzar.
-Esto está mal Damon.-dije.

Damon comenzó a reirse cuando vio aquella escena. Ambos dentro del agua con ella encima de él entrecortada y con las mejillas ligeramente rosadas. -Es lógico, nadie dijo que en este tiempo sea aconsejable bañarse en la playa. El verano ya pasó.-decía riendo mientras llevaba una de sus manos a la cabeza de Elena para echarle hacia atrás un mechón mojado que caía sobre su cara y le impedía verle los ojos.
Damon acercó sus labios lentamente a los de Elena mientras entrecerraba sus ojos pero al escuchar aquello los abrió de golpe. ¿Eso estaba mal? ¿Por qué? Alejó su cara hasta colocarla a distancia anterior y la miró fijamente. -¿Por qué está mal Elena? ¿Qué te pasa? ¿Por qué juegas así conmigo? Me dices una cosa pero tu cuerpo dice otra.-dijo alterado.-No te das cuenta del daño que me estás haciendo así pero haces que me sienta como una mierda.-seguía diciendo.
Le había molestado bastante el hecho de haberle rechazado. Sabía que era algo inmaduro lo que intentó hacer pero tampoco podía permanecer toda la vida sin poder dar el paso porque Stefan se hubiese vuelto un asesino.
Con la velocidad inhumana que lo caracterizaba se quitó de su posición y se colocó a unos metros de pie, dándole la espalda. -No puedes llevarte toda la vida esperando a Stefan. Él no va al volver, abre los ojos ya.-dijo dando unos pasos.-Me voy, será mejor que no tardes mucho, cada vez es mas de noche.

Lo miré sabía que le había hecho daño con mis palabras pero estaba confusa y aún tenía esperanzas en Stefan.
Vi como Damon se apartaba de inmediato de mi lado y se levantaba y alía del agua. Me dijo que se iba y que me diera prisa en volver.

-Damon no juego contigo yo quiero a Stefan creo que aún puede volver aún guardo las esperanzas de que cambie lo siento de verdad, perdona si te he hecho daño. Tranquilo vete no tardaré en volver.-dije mientras me quedaba en el agua pensativa por todo lo que acababa de pasar.

Off: cerramos ya este tema? quieres postear para acabarlo?