Minitrama #1: Encerrando a los muertos.

Mientras caminaba por los pasillos de la inhóspita y aterradora casa, se preguntaba las razones que lo habían llevado hasta allí y, aún peor, las razones por las cuales se habían involucrado mas personas en aquella situación. El híbrido conocido como Klaus quería algo de los hechicero y las brujas que había capturado, algo que no podía obtener de sus secuaces o los hubiera usado en lugar de a los jóvenes que allí se encontraban. Mas sin embargo, una bruja que estaba de su lado si le resultó útil para algo, y era la creación de una campo de fuerza alrededor de la casa que impediría que alguno escapara.

Regresó a la habitación principal, aquella donde se encontraban todos, observando los rostros de Reichen, Faye, Emily y Natasha. Lo que mas le dolía era que Natasha y Emily se hubieran visto involucradas, puesto que desde que supo que habían llegado al pueblo se propuso la tarea de protegerlas, pues conocía los peligros que se ocultaban en aquel pueblo lleno de vampiros y toda clase de criaturas sobrenaturales. No obstante, se sentía mas fuerte con otro miembro de su circulo cerca, aún cuando no lo hubieran cerrado por completo.

Lo único realmente importante ahora era seguir con las instrucciones de Klaus. Cerrar la brecha que había traído a los fantasmas y liberarse por fin de esa prisión a la que habían sido confinados. Nada sería mejor que terminar con todo aquello, y James estaba seguro de que con el poder de cinco hechiceros y brujas lograrían lo que se proponían, aún cuando una brecha de tal magnitud entre dos mundos pudieran ser conocimientos arcanos muy antiguos.

Estaba harta, ¿por qué demonios debíamos obedecer las órdenes de aquel psicópata? no quería y además nos inducía a actuar mal, ya que era un ser malvado, y si quería deshacerse,raptándonos claro está, de los fantasmas, es porque le molestaban, de eso no cabía duda alguna.
Miré allí, si no todos los brujos de aquel pueblucho estábamos en sus manos era extraño.
Me levanté furiosa de la silla.
Les miré.

-Por favor, no necesitamos obedecerle James, somos suficientemente fuertes, contra él o quien sea que se ponga en medio, ¿a qué tememos?-pregunté con cierta curiosidad, pues no entendía porque todavía permanecíamos allí, en un silencio tan cortante como aquel que camina hacia la gillotina.

-Yo no pienso ayudarle, ni loca, antes prefiero que me mate, o morir peleando, es lo mejor, que quedarme aquí y acatar sus órdenes, así ponemos la vida de inocentes en peligro, dios ya me parezco a Cassie... pero me da igual sigue siendo con el fin egoísta de salvar mi pellejo.-dije con los brazos cruzados.-Prefiero ayudar a Damon, es como yo, pero se posiciona un poco más hacia el lado de los buenos ¿entiendes?

Reichen Morgan fue raptado por un loco que se hacía llamar Klaus. En la fiesta, se veía una persona refinada, pero siempre le sucedía lo mismo, Un hombre malvado, sin escrúpulos y sin corazón y con ansias de poder, estaba dominando al grupo de brujas y hechiceros que habían en Mystic Falls. Reichen estaba muerto de miedo, pero entonces respiró profundo. Tenía miedo de decir algo, o de actuar. Jamás se había visto inmiscuído en algo así. Ahí estaba con unas chicas que apenas había conocido, y se encontraba Faye, la chica que conoció en la escuela, y James, su mejor amigo, o su amor imposible, lo que fuera en ese momento.

- Bien, Faye, chicas. No tenemos mucho que hacer. Solamente seguir órdenes. Pero al igual que ustedes, estoy que me orino del miedo. - Miró a James entonces, no había nada que se pudiera hacer, salvo obedecer.

Emily no se explicaba como demonios había acabado metida en aquello, a penas conocía la situación y no tenía ni idea de quien era ese tal Klaus, pero sus ordenes estaban claras, ahora había que decidir si acatarlas o ignorarlas, aunque no sabía si les saldría bien enfrentarse a él. Se sentía mal por alegrarse de que James estuviera allí, ya que al ser miembros del mismo círculo Emily sentía que tenía su poder bajo control, pero al mismo tiempo, preferiría que los hermanos Cromwell no estuvieran metidos en esto, sobre todo la pequeña Natasha. En la casa había otros dos brujos, una chica y un chico a los que ni siquiera había visto por el pueblo. Escuchó lo que decía la chica y aunque creía que en cierta parte tenía razón, Emily no creía que hacer enfadar a ese tal Klaus fuera una buena idea. Después de que la chica hablase, habló el otro chico al que no conocía. Aunque Emily tampoco estaba prestando mucha atención a la conversación; estaba pensando posibles alternativas a hacer lo que les había mandado el original o enfrentarse directamente a él.

Durante todo ese tiempo había estado sentada en un rincón de la casa, con su bandolera colgando del hombro, donde llevaba en grimorio de su familia; no le había parecido buena idea dejarlo en la casa donde se alojaban, no por el hecho de que no se fiara de sus compañeros, ya que confiaba en ellos, sino por si les pillaban y tenían que salir corriendo de allí, era mejor llevar algo tan preciado para ella encima. Se incorporó del suelo y se apoyó en la pared. Miró a James y luego a aquellos dos desconocidos y habló con voz firme y tranquila. Siempre podemos jugársela. - como líder de su círculo, estaba acostumbrada a pensar planes y demás, y si a eso le añadías que trataba de aprender todo lo posible sobre magia y que tenía un punto de vista diferente al del resto de los magos que había conocido hasta ahora, solían surgir ideas bastante buenas de su pequeña cabecita. Emily no era retorcida ni egoísta, pero cuando atañía personas que le importaban, no dudaba en sacar lo peor de ella; y bien poco le importaba engañar y manipular a los demás.

Por lógica, James se estaba sintiendo tan presionado como los otros por las exigencias de Klaus, pero había algo que parecía decirle que era el que más había tratado con vampiros de los que se encontraban allí, y se empezaba a irritar por la sencilla razón de que no encontraba alguna forma de escapar o de cumplir con las exigencias del hibrido. Esuchó la palabras de Faye, que no era que ayudaran mucho, pero desde que la conocía Faye tenía ese toque de rebeldía y el don para ser odiosa.

- Me parece que no captas la situación en la que nos encontramos, Faye. No se trata de si queremos o no ayudarle, o acaso debo recordarte, que el tiene a varios vampiros, licantropos e hibridos a su disposición? Porque me parece que no has tratado mucho con este tipo de criaturas.

Reichen, como era de esperarse, dio su punto de vista, pero no aportó mucho para la solución del problema, de modo que las únicas que quedaban eran Natasha y Emily. Natasha se encontraba en un punto distante, apartada completamente de la conversación de los mayores, mientras Emily simplemente dijo unas pocas palabras, aunque James sabía que estaba tramando algo, buscando cualquier cosa que pudiera ser de utilidad para los demás.

- ¿Emily, en Castle Combe no habrán visto nada como esto? Posiblemente habrán tenido algo que nos pueda ayudar a cerrar esta brecha. - Dijo finalmente, ignorando olímpicamente a Faye.