Interrogatorio [Bryan]

No había mayor entretención en ese aburrido pueblo que Sage no pudo sino ir a algún lugar que no estuviera atestado de gente y dejara por fin esas ganas de consumir la sangre de todos los humanos. Ya empezaba a extrañas la dimensión oscura, y quien no lo iba a hacer cuando se era prácticamente un rey, poseía esclavos que le daban todo lo que deseaba y la sangre era un exquisito manjar que podía degustar cada que podía. En aquel nuevo mundo solo tenía que pasar desapercibido, por su propia seguridad y la de los que tenían su apoyo, puesto que ahora se encontraba en un nuevo y enredado embrollo del que le sería bastante tedioso salir, pero era lo que estaba dispuesto a hacer por un amigo como Damon.

Las huellas permanecían en la arena a cada paso que daba, mientras pensaba en las posibilidades altamente lejanas de regresar a la dimensión oscura o por lo menos de tener un contacto con esta. Sabía que no debía esperar volver demasiado pronto, pero no estaba seguro de si alguien se hubiera percatado de su ausencia, al fin y al cabo se fue sin más, sino que nadie lo supiera ni tuviera idea alguna de su paradero. Continuó caminando por la playa viendo el fuerte batir del mar, hasta que divisó una figura a lo lejos que reconoció prácticamente de inmediato. Pocas veces se había hablado antes con ese vampiro, pero estaba más que seguro que pertenecía a la dimensión oscura y no dudó en ir a hablar con él, usando su velocidad sobrehumana a sabiendas de que no había nadie en el lugar que pudiese verlo.

- Bryan - Aun recordaba su nombre, era una suerte.

Caminaba sin rumbo alguno por la playa, pensaba en que lugares visitar ahora que me encontraba en el mundo real. Era verdad que el trato que recibía en la Dimensión oscura era mucho mejor que el que me daban en este lugar, pero eso no importaba me encontraba realmente feliz de poder enterarme de lo que ocurría actualmente. En el pasado había conocido a varios humanos realmente interesantes y con el tiempo había aprendido a controlar mi sed, pero después del largo tiempo que había estado fuera del mundo no estaba seguro de poder controlarme por lo que alejarme era lo mejor, por ahora.

Mi ropa era facil de distinguir, tal vez me había quedado atrasado en cuanto a moda se trataba, lo que en realidad no me importaba. Impresionado del maravilloso paisaje que ante mi se abría, me detuve un momento para admirarlo. Mis pensamientos fluían suavemente con el movimiento de olas hasta que estas se volvían espumas, estaba absorto en un abismo de nada, vacío, muerto.

Empecé a salir del trance al sentir cierta presencia y salí de inmediato al escuchar mi nombre. Giré mi cabeza y para mi sorpresa Sage se encontraba al lado mio. Lo saludé con apretón de manos, como es costumbre.

-Sage! ¿Como vas? Tiempo sin verte- Dije sonriendo

- ¿Por qué os fuiste de la dimensión oscura? Es bastante inusual que visites a los humanos, a menos que nos estes aquí por los humanos- Dije riendo.

Al Lannister le era bastante inusual que un vampiro con el que pocas veces se había cruzado palabra alguna o siquiera cierta mirada tuviera un saludo tan familiar para con él, pero no era algo que le molestara de sobremanera. Muy por el contrario, era difícil encontrar vampiros medianamente civilizados en la dimensión oscura y Bryan parecía tener ese toque de elegancia y educación que no se veía en todos los vampiros. Correspondió al saludo formalmente y miró a los ojos de Bryan, como otra muestra de educación de que lo estaba escuchando.

Contuvo una carcajada al escuchar al vampiro, y arqueó una leve sonrisa cuando escuchó la última pregunta de Bryan. Entonces si estaban buscándolo. Y Sage esperaba pasar desapercibido en su ausencia, pero era una meta imposible de lograr debido a su rango y su poder dentro de la complicada estructura jerárquica que mantenía la dimensión oscura. Lanzó una mirada al cielo antes de responder, no porque estuviera sopesando sus palabras sino porque admiraba embelesado la belleza de aquel mundo que muy pocas veces visitaba. Es cierto que no se encontraba allí por humanos, pero en lo absoluto estaba buscando esclavos, sino tan solo se encontraba ayudando a un amigo en aprietos, muy grandes aprietos.

- La razón de mi venida no son los humanos, ni estoy buscando vampiros que sean fieles. Tan solo vine por unas razones especificas que prefiero guardármelas, por lo menos hasta que sea un momento preciso para revelar mis intenciones. Pero vuestra presencia aquí me sorprende, al fin y al cabo, debe haber alguna otra razón que te traiga hasta esta dimensión que no sea simplemente encontrarme. Debe algo mucho más profundo que os traiga hasta este lugar.

Sage sin duda era un vampiro muy refinado, me daba mucho gusto el habérmelo encontrado y tan prontamente, de hecho necesitaba encontrar a alguien para hablar antes de que empezará a asesinar. Sostuvo su mirada un momento hacia el cielo, tal vez pensando en que decir. Volvió a dirigirse a mi hablando de cierto asunto que tenía que arreglar.

Cambio el tema cuando de inmediato me preguntó que hacía yo aquí. Sonreí mientras me desajustaba un poco la corbata que traía puesta, visualicé una vez mas el mar y respondí:

- La dimensión oscura se me hizo aburrida. Simplemente tenía deseos de salir. - Sonreí mientras me sentaba en la arena. - Perdón y me siento me aburrí de estar de pie - Dije mostrando mi pereza - Perdón por la pereza, si queréis os podéis sentar- Dije invitando a Sage.

Toqué por un momento la arena con mi mano derecha, la dejé correr entre mis dedos y después volvi la mirada de nuevo hacia Sage. Tal vez había sido algo grosero al darle una respuesta tan corta.

- También salí de la dimensión ya que allo a algunos humanos bastante interesantes, quiero enterarme de las nuevas mentes y de lo que sucede actualmente. Ademas espero correr con la suerte de encontrarme a mi hermano, supé que este todavía se encuentra vivo. -

Era seguro que Sage no conocía mi hermano, este no se había pasado por la dimensión oscura y se dedicó a hacer matanzas, al igual que yo cuando apenas me había convertido en vampiro. Todavía disfrutaba la destrucción de un cuerpo ajeno, ver la sangre correr sobre la piel y los gritos hundidos en sufrimiento.

Mi pensamiento se desordeno un poco despertando mi sed de gran manera. Tal vez Sage tendría solución a mi problema, no había pensado en eso al llegar al mundo humano pensé que mi control sería mas maduro y fuerte de acuerdo a mi edad, tanto tiempo había estado en la dimensión oscura?, ni lo recordaba.

- Dime Sage, ¿Qué comes aquí? Me malcriaron de tanta sangre que rebosaba en la otra dimensión y la sangre de animal simplemente no la soportó. - Dije refunfuñando un poco.

La respuesta del joven Bryan no impresionó en lo absoluto a Sage. Era obvio que, en caso de estar buscandolo a él, no se lo diría así como así de frente y, tal y como hizo al responder, cambiaría de tema o buscaría alguna respuesta mejor. Sin embargo, la respuesta que usó tampoco fue descabellada o siquiera loca, debido a que varios vampiros salían de la dimensión oscura para sopesar las posibilidades que tenían de encontrar buenos esclavos, sin importar que estos fueran vampiros o humanos.

Lo que si le causó desconcierto al vampiro fue la mención de un hermano por parte de Bryan, puesto que era muy raro que los vampiros tuvieran hermanos biológicos (aunque los Salvatore eran una excepción) y tampoco era probable que hablar de una hermano fraternal, puesto que los vampiros estaban acostumbrados a tener una existencia solitaria. Le preguntaría eso luego, puesto que ahora el joven Stoker había manifestado su sed, y era lógico, considerando la posibilidad de que no se hubiera alimentado bien desde que llegó.

- Si no soportas la sangre animal me temo que tienes muy mala suerte porque es lo único que consumo, con algunas excepciones, claro, pero... - Pensó un buen momento antes de continuar sus palabras y se le ocurrió una idea que tal vez podría gustarle a Bryan. Chasqueó los dedos de su mano derecha sabiendo que ningún humano corriente lo escucharía y divertido con el desconcierto pintado en el rostro de Bryan. En la lejanía de los cielo se podía ver una mancha oscura, que fue aumentando de tamaño hasta convertirse en un hermoso Halcón peregrino que se posó en su brazo. - Hola mi pequeño Garra. - Dijo hablandole a la criatura, a sabiendas de que lo entendería - Consigue un miserable humano cerca para que nuestro amigo se pueda alimentar.

Dicho esto, el halcón lanzó el vuelo, mientras Sage hacía que Bryan se levantar con un gesto de la cabeza y lo siguiera. Sage estaba enfocado en seguir al animal, que a pesar de ir a gran velocidad los vampiros podían alcanzarlo sin problema. Finalmente, llegaron a un tramo de rocas en el que, escondido, había un pobre vagabundo, cuyo olor a droga y alcohol era lo suficientemente fuerte como para que un humano normal lo notara.

- Espero que no seas muy exigente, porque esta clase de humanos son de los únicos de los que permitiré que te alimentes. El pobre desdichado no tiene ya una vida decente, lo mejor es que acabes rapidamente con ella. Procura que no siente mucho dolor.

La sangre animal era algo insoportable, nunca la había aprendido a disfrutar, su sabor era grasoso, desteñido, simplemente desagradable. Si me agradaban los humanos pero no lo suficiente para dejar de consumir su sangre, matar a unos cuantos no importaba de a mucho, supongo, pero no sabía a quien elegir ni como actuar, estaba en desconcierto o mas bien perdido y siendo Sage un vampiro mas experimentado era ideal que me diera una pequeña ayuda, solo para comenzar de nuevo.

Sage dejó de hablar, en ese momento solo se escucharon las olas del mar que chocaban continuamente contra la orilla. Mis ojos solo veían los movimientos de las olas, esperando a que Sage volviera a hablar, pero lo que hizo fue chasquear los dedos como si una idea hubiese llegado de repente. Pero no fue por eso que chasqueó, en el cielo algo grande se acercaba a gran velocidad.

El halcón se poso en el brazo de Sage con gran habilidad, Sage le pidió que trajera a un humano del cual me pudiera alimentar, me hizo un gesto en la cabeza para que me levantará, me levante y enseguida me sacudí la poca arena que se esparcía en mi pantalón, seguimos el halcón a gran velocidad hasta llegar al humano que el animal había encontrado.

Era un vagabundo tomando su siesta en medio de rocas y arena, de el salía un aroma no muy agradable, los reconocía como alcohol, drogas y cigarrillo. En ese momento sabía que esa clase de humanos nadie la extrañaría, pero de seguro no me iría a alimentar solo de este clase de humanos en la próxima encontraría un humano con un mejor aroma.

- Supongo que en este momento no importa que clase de humano sea, tengo mucha hambre - Dije mientras me acercaba al vagabundo - ¿Qué no sienta dolor? Jaja Vaya Dios, eso es imposible - Dije riendo con cierta risa macabra algo compulsivo por probar la sangre.

Me abalancé contra el vagabundo yendo directamente hacia su cuello, mas específicamente hacía su vena yugular. El gritó de este fue desapareciendo rápidamente, ya que la sangre de su cara había sido completamente absorbida. La sangre pasaba por mi lengua con furia y exaltada sin detención o resignación alguna, y el sabor siendo incomparable, encendía mis ansias y mi motor haciendo que fuera indetenible, insaciable.

Entonces abrí su camiseta e inmediatamente fui incrustando mis dientes en cada vena o arteria importante por la que fluía mas sangre, eso ocurría y mi felicidad era tanta que mi sonrisa no se desvanecía, había quedado congelada.

Cuando el hambre había terminado y las ansias de seguir comiendo se había calmado un poco, volví a tomar conciencia ya que había estado atrapado en una especie de trance. Mis ojos se dirigieron hacia Sage, quien tal vez se había impresionado de mi comportamiento, no había hecho sufrir al humano, por mi lo hubiera lastimado antes de morderlo pero me abstuve ante lo dicho por Sage.

Saqué un pañuelo y me limpié mi cara, revisé en la chaqueta del vago y cogí su caja de cigarrillos, al mismo tiempo saqué un cigarrillo de la caja y lo deposité en mi boca. Cogí el encendedor que estaba junto con la caja y prendí el cigarrillo absorbiendo el humo que de este provenía.

- Listo, no sintió mucho dolor, supongo, pero trate de que no lo sintiera- Dije sonriendo - ¿Quieres un cigarrillo? - Dije mientras le mostraba la caja para que cogiera uno.

Sage observó, entre fascinado, intrigado e indignado, como Bryan asesinaba al pobre y patetico humano. Era lógico que había sentido dolor, pero había sido minimizado por los intentos e Bryan. Eso le tranquilizaba un poco, por el momento no sentía hambre y no la sentiría hasta dentro de un buen rato, gracias a que se había alimentado lo suficientemente bien de las donaciones del hospital y de las dotaciones de su buen amigo Damon Salvatore. Rechazó el cigarrillo ofrecido por Bryan y se interesó por saber quien más estaba detrás de él, puesto que la dimensión oscura era un lugar lo suficientemente grande y poblado como para que, en caso de que hubieran notado su ausencia, fueran a por él.

- Bryan, dime...Aparte de tí, hay alguien más de la dimensión oscura por estos lugares. Esa clase de información me sería bastante util y de una persona como tu no puedo esperar sino la verdad.

Caminó por entre la playa alejandose del cuerpo del vagabundo, aunque antes de irse muy lejos dio unos pasos hacia atrás y se dio media vuelta, pensando en la posibilidad de tomar el cadaver y esconderlo bajo las aguas o las arenas de la playa para evitar exposición innecesaria. Tomó el cadaver por el torso, como si se tratara de un objeto sin peso, y dirigió su mirada a Bryan.

- ¿Me ayudas a enterrarlo?