The Walking Dead RPG [Élite]

Todo ocurrió de la noche a la mañana. Un día te despiertas como cualquier otro, te dispones a desayunar con tu familia y enseguida te das cuenta de que algo va mal. Todo está lleno de sangre, tu madre y tu hermano muertos. Tu padre… tu padre ha intentado matarte.

EEUU está sumergido en un caos terrible. Las noticias han cesado y desconocemos que pasa al otro lado del charco. Nunca dieron con el foco de infección. El gobierno aterrado por lo que sucedía acató la orden de bombardear las grandes ciudades como Nueva York, LA… sin previo aviso. La gente… la gente trataba de sobrevivir día a día como podían. Eran inocentes.

El inferno no tardó en llegar a las sedes del gobierno. Todo el país vivió retransmitido en directo el momento en el que Presidente del gobierno se convirtió en uno de ellos cuando fue atacado en su propio mitin. Nos dieron órdenes: que nos proveyéramos de víveres, que no abandonásemos nuestras casas… pero las indicaciones finalizaron junto a las noticias.

Hoy día, somos cada vez menos supervivientes. Y la verdad, prefiero no encontrarme con muchos de ellos. La corrupción está por todas partes, grupos fanáticos religiosos se han creado por todos los condados, muchas jóvenes son víctimas de violaciones, se realizan sacrificios humanos y experimentos, los suicidios multitudinarios están a la orden del día. Las mafias se han apoderado de la poca comida que quedaba y que escasea día a día más, y sobretodo, se han apoderado de lo más importante en los tiempos que corren: de las armas. Indispensables en estos tiempos de auténtica locura. El ser humano parece haber perdido el juicio, a veces creo que somos peores que ellos…

No es buena idear ir en grupos numerosos, lo sé por experiencia. La última vez fuimos atacados por una horda que acabó con dos de nosotros a la entrada de un supermercado. Tampoco es buena idea fiarse de esas retransmisiones de frecuencias de radios que aparecen intermitentemente. La última resultó una trampa de un grupo de sádicos. Mataron a los hombres y violaron a mujeres y niños. Unos pocos conseguimos escapar.

Realmente no sé por qué sigo escribiendo, sé que no hay solución y que nadie me leerá nunca. Al menos me sirve para contemplar que aún sigo viva, luchando sin rendición por sobrevivir día a día. Quizás seas tú alguien que lea esto, eso espero. Si sigues ahí, te deseo la mejor de las suertes, la necesitarás.

Elizabeth Reynolds