Despues de la entrevista •~ Damon Salvatore

Como le fastidiaba a Damon tener que ir al ayuntamiento a esas constantes charlas de vampiros. A pesar de que algunos sabían ya lo que él era, pertenecía al consejo y debía asistir con regularidad a hablar de trampas tontas y demás planes que se inventaban los desesperados por buscar una solución. ¿Qué solución iban a encontrar a eso? No había nada que hacer con vampiros que se mezclaban con la gente normal. Damon después del tiempo que llevaba ahí seguían confiando todos los que no sabían su condición, así que cualquiera podría esconderse de ellos. Solo con adoptar la historia de una chica huérfana o alumno de intercambio te daban hogar y a partir de ahí ya tenías vía libre para alimentarte de los que aún no sabían nada y luego hacerles olvidar todo, el propio Damon lo había hecho mucho y seguía haciéndolo.
Aquella reunión no era para otra cosa que hablar otra vez de los últimos asesinatos. No eran muchos pero llamaba la atención que siempre eran víctimas que morían desangradas. Claro, Klaus no iba a matar a alguien sin hacerle daño o beber un poco y dejarlo vivo, él prefería el daño y tortura para llevarse a Stefan a su lado. Y ahí estaba el verdadero e importante punto para Damon. A él no le importaba que hubiesen vampiros por aquí, le importaba su hermano. Cuando Klaus quiso hacer el sacrificio, Damon fue mordido por un Tyler en plena transformación. Estuvo al borde de la muerte y Stefan dio su lealtad a cambio de una cura. No podía evitar sentirse culpable por ello y mientras bajaba las escaleras del exterior del ayuntamiento se miró el brazo donde apenas se podía observar un rastro de aquella herida que casi lo mata. Notó el calor del sol sobre su cara y frunció el ceño.-¿Cuando volverás hermano?-susurró sintiendo como el dolor le atravesaba el corazón. Era su hermano y no se concebía un mundo sin él a su lado para reñirle, ayudarle, enfadarle y demás cosas que hacían los hermanos. Tantos años juntos los habían hecho inseparables.

Se fijó en una chica que buscaba algo desesperadamente en su bolso. En el despacho de la alcaldesa estuvo hablando de una nueva chica que habían contratado para ser una ayuda en la caza de vampiros. Sabían lo que ella era pero simplemente la contrataron como agente de seguridad, pero se había olvidado las llaves y el pobre Damon tuvo que salir a buscarla. Efectivamente tenía que ser esa chica y cuando se acercó por su espalda, ella giró y le propinó y fuerte empujón que de ser Damon un humano normal hubiese salido herido.-Tranquila, no tienes que disculparte por nada. Suelen decirme que soy muy sigiloso y que no saben cuando voy a aparecer. Tengo ese don.-dijo sonriendo con una media sonrisa.-La alcaldesa es una buena persona, no dirá nada, además,-dijo colocándose delante para que no entrase en el coche.- así nos conocemos. Soy Damon Salvatore, digamos que me encargo de las cosas extrañas que pasan aquí.-confesó. No tenía porqué andarse con rodeos cuando ella lo sabía todo.