Te he echado de menos [Natasha]

Aquella mañana, había sentido como si alguien la llamase, algo que no era demasiado extraño, ya que alguna otra vez había experimentado esa sensación cuando alguien la había necesitado, era como un sexto sentido de bruja. Pero esta vez si que era extraño, los únicos que sabían que ella estaba allí eran los miembros de su círculo, y si alguno de ellos la hubiera necesitado se lo habrían dicho directamente, pues aquella mañana todos menos James estaban en la casa abandonada. Aún así, la curiosidad pudo con ella y se presentó allí donde su instinto la había llevado, el parking del instituto de aquel pueblo.

Se dedicó a deambular por allí, para ver si encontraba alguna cara conocida, pero no, ninguno de aquellos estudiantes le resultaba ni remotamente familiar, algo que no le extraño en absoluto, ya que ella no acudía a ese instituto y, además, había llegado hacía apenas una semana. Ahora que habían encontrado a James, tenían que decidir que harían, el círculo no podía separarse, pero James no tenía intención de volver a Castle Combe, por lo que tenían un auténtico problema, ya que no podían quedarse viviendo en una casa abandonada para siempre y sus padres estarían tirándose de los pelos, pues ninguno había llamado a casa ni se había comunicado con sus padres desde que se fueron de allí.

De saber de Emily por Suspiré una vez llegando al Grill, donde todos me veian extrañados de que una pequeña estuviese en un lugar asi y luego sola, miré a todos lados queriendo encontrar un lugar libre donde poderme estar y comer algo, una vez sentada ahi pedí un platillo normal para una pequeña, unas papas fritas, observe aquel lugar como una primeriza, cuando recordé mis momentos junto con Emily y James cuando saliamos siempre a donde yo queria, esta vez las ganas de ver a Emily, estar con ella como aquellos tiempos recordando un truco de mi circulo donde podiamos hablarnos telepaticamente no importaba donde estuviesemos, pero esta vez por mas que hiciese que saliera el mensaje me daba a entender que ella estaba cerca. Emocionada sali en busca de aquella señal que su presencia causaria en mi, me diriguí al colegio estando justo en frente cuando todos salian en busca del rostro de Emily, pero nadie se parecia siquiera a ella, ni un poco.

Sonrei notando que no era la unica bruja ahi, por lo cual seguí buscando caminando entre aquellos jovenes quienes unos finjian no verme pero chicas se acercaban a preguntarme si estaba perdida, solo negaba con la cabeza sin siquiera mirarlas, no queria perder el tiempo con desconocidos cuando podia estar con alguien importante. Quise hacer una señal para llamar la atencion de Emily, solo por si estaba presente, hice que las hojas secas del piso volaran con gracia a mi alrededor, tratando que pareciera natural pero con presencia de magia.

Continuó deambulando por el parking de aquel instituto, buscando con la mirada al hechicero o bruja que la había llamado, pero no vio ni sintió a nadie. Se apoyó en un coche al azar, tratando de sentir algún atisbo de magia, pero nada; aún así, siguió concentrada, apoyada sobre el capó de aquel coche cuyo dueño desconocía y, realmente, le importaba más bien poco. Tras un rato, una esencia llegó hasta ella, una presencia familiar, la de una personilla con la que había pasado mucho tiempo y a la que había echado demasiado de menos: Natasha.

Al sentir a su amiga, Emily salió disparada en su búsqueda, dejándose guiar por aquella chispa de magia que había sentido. Entonces la vio, rodeada de hojas que volaban casualmente a su alrededor, como si la brisa se hubiera levantado de repente y la hubiera pillado a ella en medio, pero Em sabía que no era así, que la pequeña Natasha había levantado la brisa a su alrededor, puede que para llamar su atención. Al verla, Emily sonrió, hasta ese momento no se había dado cuenta de lo mucho que la había echado de menos. -¡Natasha! - la llamó mientras se acercaba a ella con los brazos abiertos, dispuesta a estrujarla entre sus brazos.